Mi experiencia en Qindel: desafíos con los que se crece

En el año 2012 estaba pasando por una etapa de búsqueda de crecimiento profesional y personal cuando Qindel tocó mi puerta. Haciendo una investigación inicial pude ver que su producto estrella era la plataforma VDI desarrollada in-house: QVD. Pero concretamente a mí me buscaban para un proyecto de desarrollo Java. Una vez entré, pude confirmar que era una empresa donde podía desarrollar mis aptitudes tecnológicas de la mano de profesionales consolidados en proyectos retadores para clientes internacionales: Vodafone, Inditex, BBVA ...

Crecer sin darse cuenta

Principalmente mis responsabilidades se ceñían al desarrollo Java pero siempre acompañado de grupos de trabajo de Perl, Python, Bash scripting, sysadmin... lo cual enriqueció mucho mis conocimientos además de despertar mis ganas de seguir aprendiendo.

A medida que aumentaba mi experiencia y me alineaba con la forma de trabajar del cliente me fueron asignando a proyectos de diferentes áreas: comercial, distribución y logística. Asimilaba así otro tipo de conocimientos a nivel empresarial que enriquecían mi currículum.

El cliente comprendió entonces que gran parte del conocimiento funcional de sus proyectos estaba en mi figura y también en la de otros líderes dentro de Qindel. Es por esto que fue inevitable el crecimiento bajo nuestro liderazgo conformando así equipos de hasta 10 miembros. Comenzaba entonces mi etapa como gestor de equipo.

No todo era trabajo en Qindel. Había tiempo para las conversaciones casuales, el café de media mañana, los cumpleaños de churros y porras, los desayunos por que sí... La convivencia siempre fue un punto que se reforzó desde dentro de la empresa. De esta forma, se fueron creando fuertes lazos entre los miembros del mismo o diferentes equipos que en muchos casos se convirtieron en buenas amistades.

Después de 6 años trabajando en Madrid, aproveché la presencia internacional de Qindel para expandir mis horizontes en Latinoamérica. Esto sin duda fue un salto a nivel personal que decidí tomar gracias a los más de 10 años que la empresa llevaba consolidada en México. Ahora el reto era acercarme al área de administración de sistemas Linux para lo cual Qindel me facilitó las herramientas necesarias para formarme y certificarme en LPI del que actualmente es partner oficial.

Ampliando horizontes allende los mares

Uno de los mayores retos en México fue sin duda la brecha cultural con España. A pesar de utilizar el mismo idioma, la idiosincrasia mexicana era algo completamente diferente a mi manera de ver las cosas, tanto profesional como personalmente. Conté con varios apoyos en el equipo de Qindel México que me ayudaron a reducir mi periodo de adaptación que todavía sigue.

Mi tarea en México no era continuista, necesitamos expandir equipos de desarrollo y soporte para un cliente internacional. Por lo tanto, otro reto importante fue revisar y validar varios aspectos laborales orientados a este tipo de perfiles. Después de mis primeros 4 años en México, se puede decir que se ha logrado una expansión en este lado del charco y con planes de crecimiento que permitirán deslocalizar y ampliar coberturas para diversos proyectos.

Sin duda para mí, el venir a México ha sido una decisión de vida. Me ha aportado una visión del mundo mucho más enriquecida que marcará huella en mis proyectos futuros.

A día de hoy ya son 9 años de relación con Qindel. A pesar de que aún tengo muchos años por delante en mi carrera profesional, Qindel ha sido y siempre será un pilar sobre el cual crecer en todos los aspectos de mi vida. Y si ha sido así es por la gente que me he encontrado en mi travesía por esta empresa.

Autor: N. Santos

 7/02/22       caso de éxito, experiencia en qindel, Qindel