¿Qué es IaaS, PaaS y SaaS? Diferencias clave

En mundo del desarrollo y del hosting, la nube ha dejado de ser una novedad para convertirse en el estándar. Sin embargo, dentro del ecosistema cloud existen distintas capas de servicios que pueden adaptarse a diferentes necesidades de negocio. Las tres más conocidas son IaaS, PaaS y SaaS. Estas representan distintos niveles de abstracción y responsabilidad entre el proveedor y el usuario. Comprenderlas es crucial para gestionar la infraestructura, el desarrollo y el uso de software.
IaaS
Infrastructure as a Service (IaaS) es el modelo que más se asemeja a la infraestructura tradicional. Permite alquilar recursos de computación, como pueden ser servidores, almacenamiento, redes y sistemas operativos; a través de Internet, sin necesidad de mantener físicamente ningún equipo. El proveedor se encarga de los componentes físicos, y el resto, sistema operativo, bases de datos, apps, queda bajo responsabilidad del cliente.
Pongamos un ejemplo. Imaginemos una empresa que necesita flexibilidad para levantar nuevos entornos test, desarrollo o producción de forma rápida y escalable, sin tener que gastar dinero en hardware ni preocuparse por el mantenimiento del centro de datos. Este seria un caso típico de IaaS.
La gran ventaja es la libertad total para configurar el entorno como se necesite, lo que permite adaptar la infraestructura a necesidades específicas y definidas. Por otro lado, esta libertad implica más trabajo: el usuario debe instalar, configurar, actualizar y proteger el sistema operativo, gestionar parches de seguridad, y asegurarse de que todo funcione correctamente.
Entre los ejemplos más conocidos están Microsoft Azure Virtual Machines o Google Compute Engine. En todos ellos, el usuario gestiona directamente sus servidores virtuales y toma decisiones sobre cómo configurarlos y mantenerlos.
PaaS
Platform as a Service (PaaS) sube un nivel en la escala de abstracción. En este modelo, el proveedor no solo ofrece la infraestructura, sino también un entorno completo de desarrollo y ejecución: servidores, sistemas operativos, bases de datos, entornos de ejecución para lenguajes como Node.js, Python o Java, herramientas de despliegue, integración continua y más.
El objetivo de PaaS es simplificar el ciclo de vida del desarrollo. En lugar de configurar servidores o instalar software, el equipo de desarrollo se concentra exclusivamente en escribir y desplegar código. La plataforma se encarga de todo lo demás: escalado automático, monitorización, backups, parches de seguridad y alta disponibilidad.
PaaS es ideal para desarrolladores que quieren lanzar productos rápidamente, sin distraerse con tareas de infraestructura. También es útil para equipos que quieren estandarizar su stack tecnológico y evitar el “trabajo invisible” de mantener entornos manualmente.
Algunos ejemplos populares incluyen Heroku, Google App Engine, Azure App Services o Red Hat OpenShift. Estos servicios permiten desplegar una aplicación con pocos comandos, automatizar el escalado y mantener un enfoque centrado en el desarrollo, no en la infraestructura.
Sin embargo, esta simplicidad tiene un coste: se pierde cierto nivel de control. Si la plataforma impone ciertas versiones de lenguajes o librerías, o tiene restricciones en cómo se manejan las conexiones a bases de datos externas, eso puede limitar el grado de personalización del entorno.
SaaS
Software as a Service (SaaS) es el modelo más visible para el usuario final, y también el más abstracto. En lugar de alquilar infraestructura o entornos de desarrollo, el usuario accede directamente a aplicaciones completas a través del navegador o de apps móviles. No hay que instalar nada, ni preocuparse por parches de seguridad, servidores ni almacenamiento. Todo está gestionado por el proveedor.
SaaS es el modelo predominante en herramientas de productividad, colaboración y gestión empresarial. Aplicaciones como Gmail, Slack, Trello, Salesforce o Microsoft 365 son ejemplos clásicos. El usuario simplemente accede con su cuenta, usa la herramienta y paga —generalmente— por suscripción.
Desde el punto de vista de las empresas, SaaS tiene ventajas evidentes: permite dotar a los equipos de herramientas potentes en cuestión de minutos, con un coste predecible, sin necesidad de mantener un departamento técnico para soportarlas. También permite escalar el uso de forma flexible, adaptando el número de usuarios o funciones contratadas.
No obstante, este modelo también implica limitaciones: no se puede modificar el comportamiento interno del software, y hay que confiar en el proveedor en cuanto a la gestión de los datos, la privacidad y la seguridad. Además, cambiar de proveedor puede ser costoso o complejo (lo que se conoce como vendor lock-in).
Principales diferencias en IaaS, PaaS y SaaS - Tabla comparativa
Pregunta clave | IaaS | PaaS | SaaS |
---|---|---|---|
¿Qué recibes al contratarlo? | Servidores vacíos listos para configurar | Un entorno donde ya puedes desplegar tu código | Una aplicación terminada y funcionando |
¿Qué tienes que hacer tú? | Instalar, configurar y mantener todo lo que corre sobre el sistema operativo | Escribir el código de tu app y conectarlo a los servicios que ofrece la plataforma | Usar el software según tus necesidades, sin tocar nada técnico |
¿Qué nivel de responsabilidad asumes? | Alto: casi todo depende de ti | Medio: el proveedor gestiona la base, tú gestionas el código | Muy bajo: solo gestionas tus datos y cómo usas el sistema |
¿Qué tipo de problemas puedes encontrarte? | Parchear el sistema, caídas de red, configuraciones incorrectas | Restricciones del entorno, límites del lenguaje o del framework | Cambios en la interfaz, falta de funciones específicas, dependencia del proveedor |
¿Para quién tiene más sentido? | Equipos técnicos que necesitan libertad y tienen experiencia en administración | Desarrolladores que quieren rapidez y centrarse en construir | Empresas que necesitan soluciones listas sin complicaciones |
¿Cómo se paga normalmente? | Según uso de recursos (CPU, RAM, almacenamiento, tráfico) | Por tiempo de ejecución o número de apps | Por usuario, por mes o por funcionalidad |
11/07/25