Cómo gestionar equipos en remoto y no morir en el intento

Con la pandemia muchas empresas adoptaron el teletrabajo como parte de su rutina debido a las medidas COVID que propiciaban esta manera de trabajar. Es decir, estas compañías se vieron obligadas por las circunstancias, a agilizar un proceso de digitalización a marchas forzadas que, en muchas ocasiones, no salió como se esperaba. Y es que gestionar equipos en remoto no es tarea sencilla ya que hay que tener en cuenta diversos factores. Por suerte, en Qindel tenemos vasta experiencia en esto ya que implantamos el teletrabajo en nuestra organización antes de que comenzara la pandemia. Es por esto por lo que queremos aprovechar este artículo para mostrarte ciertos consejos a la hora de gestionar equipos en remoto que pueden venirte de fábula.

Comunicación

En muchas ocasiones se suele subestimar este aspecto, pero a nosotros nos parece primordial. Una buena comunicación evita los malentendidos y mejora la productividad del equipo. ¿Por qué se da esta problemática? Es sencillo. Estamos acostumbrados al contacto físico y a las conversaciones casuales que se suelen dar en la oficina. Lo típico, en la pausa del café aprovechas para hablar con un compañero sobre un tema que quedó pendiente el día anterior, en el saludo de buenos días preguntas sobre la reunión que va a realizarse horas después... Sin embargo, esto no existe trabajando en remoto.

Para solucionar esta problemática, se debe dar feedback constantemente a las tareas que se realicen, ya sean por parte de los líderes del equipo como de los propios compañeros del departamento. De este modo, mitigaremos el síndrome del trabajador solitario evitando errores, cargas de trabajo inútiles y demás inconvenientes que pueden frustrar al empleado.

La comunicación debe realizarse con calma y reconociendo el esfuerzo de todos, creando códigos accesibles y utilizando las herramientas adecuadas.

Objetivos y documentación

Para que el trabajo en remoto funcione correctamente, cada uno de los empleados debe conocer qué debe hacer, qué hacen los demás compañeros de departamento y sobre todo, qué se espera de él. Esto es muy importante para que la productividad no se resienta. Y es que no estamos hablando de vigilar que el empleado complete su jornada laboral. Ni mucho menos. Muchos de nosotros estamos anclados en el viejo mantra de estar pegados a la pantalla 8 horas, y créenos que no es lo más correcto para esta rutina de trabajo. Debemos pensar en objetivos a cumplir en este caso, más que en horas calentando una silla. Es decir, objetivos a corto, medio y largo plazo. De este modo, el trabajador podrá disfrutar de una buena conciliación familiar.

Por supuesto, todas las tareas llevadas a cabo por los empleados deben documentarse para que los distintos líderes conozcan qué objetivos se están cumpliendo en todo momento. También es recomendable realizar sesiones de coordinación habitualmente para saber el estado de las diferentes acciones a llevar a cabo.

Fomento de la autonomía

Si queremos reducir cierto tipo de conflictos, debemos dar más autonomía a los miembros del equipo. Siempre evaluando sus capacidades, claro. ¿Cómo? Otorgándoles libertad para que puedan tomar sus propias decisiones a la hora de resolver ciertos problemas y sobre todo evitando vigilarles muy de cerca. De esta manera evitaremos los temidos cuellos de botella, mejoraremos la eficiencia y el rendimiento en la organización, los empleados se sentirán mucho más reconocidos por lo tanto, el clima de trabajo será mucho más agradable.

Herramientas adecuadas

Y, por último, entramos en el lado más técnico. ¿Cuáles son las herramientas más adecuadas para que el trabajo en remoto sea lo más fluido posible? Pues tampoco hay un consenso, o quizás sí, pues el consenso sería aquellas con las que el equipo se sintiese más cómodo. Lo ideal es contar con una herramienta de comunicación la cual esté bien escalada, otra para compartir distintos documentos, otra para la gestión de tareas entre equipos... Como te decimos, no hay una biblia para esto. Cada tipo de empresa es distinta y tiene un flujo de trabajo distinto. Pero sí es super importante contar con herramientas con una curva de aprendizaje poco pronunciada y accesibles, con las que los empleados se sientan bien.

 22/07/22       en remoto, equipos en remoto, teletrabajo